Sifer

Calaceite, Teruel / Aragón, España.

Hace unos diez años, la familia encontró en Calaceite, Teruel, un terreno ideal para cultivar. Aunque las vides plantadas hace más de 50 años estaban abandonadas, decidieron recuperar este viñedo, comenzando a hacer vino para consumo propio. Con el tiempo, y tras replantar en 2013, formalizaron su primera añada comercial en 2017.

Los viñedos se distribuyen en Calaceite (Matarraña) y el sureste de Batea (Terra Alta), a una altitud de entre 300 y 350 metros sobre el nivel del mar. Sus suelos combinan arena, limo y un porcentaje significativo de arcilla, en una textura conocida como “Panal de Abeja”. Las lluvias son escasas, con unos 500 litros anuales, lo que favorece un vigor moderado en las vides y una baja humedad relativa, ideal para evitar infecciones por hongos.

El clima continental de la región aporta contrastes marcados de temperatura, favoreciendo el ciclo de crecimiento de las plantas. Además, las montañas que rodean las parcelas protegen los viñedos de los vientos intensos, lo que contribuye a su salud y calidad.

La bodega sigue prácticas biodinámicas, con un enfoque manual que respeta los ciclos lunares y siderales. La vendimia se realiza a mano, por la noche y en pequeñas cajas, para preservar la frescura y calidad de la fruta. En la bodega, todos los vinos fermentan de forma espontánea, utilizando exclusivamente las uvas sin aditivos. Gracias a su trabajo artesanal y la atención al detalle en el campo, logran vinos únicos y naturales, que expresan el carácter de su terruño.

Misión de la bodega Sifer

La misión de esta bodega es producir vinos auténticos y de calidad que expresen el carácter único de su terruño en Calaceite y Batea. Con un profundo respeto por el medio ambiente y las prácticas biodinámicas, la bodega busca preservar la salud natural de sus viñedos y crear vinos que reflejen la identidad de su entorno. Apostando por métodos artesanales y una viticultura consciente, su objetivo es ofrecer productos puros, sin aditivos, que conecten a quienes los prueban con la tierra y la tradición vitivinícola de la región.

*En la feria Vella Terra se verifican los vinos de las bodegas participantes mediante análisis para asegurar que cumplan con nuestros estándares y ofrezcan autenticidad y transparencia en el evento para el visitante consumidor final. Nuestras bodegas elaboran vinos utilizando levaduras naturales propias, sin filtrar ni clarificar, sin aditivos enológicos y con sulfitos naturales generados durante la fermentación. En caso de añadir sulfitos, el máximo permitido es de 30 mg/l, cumpliendo así con los estándares de la feria. Más info aquí.

Nota: Mientras que los vinos convencionales pueden contener un máximo total de “sulfitos” (SO2) de 200 mg/l, aquellos con certificación ecológica están limitados a 150 mg/l según el Reglamento de Ejecución (UE) núm. 203/2012. Además, los vinos ecológicos pueden incluir otros aditivos (hasta 120 permitidos) y el uso de levaduras comerciales.