Ramilo Wines

Mafra / Lisboa / Región de Lisboa / Portugal.

Se dice que los grandes vinos nacen en condiciones difíciles, y pocas regiones presentan más desafíos que Colares. Con sus suelos áridos, fuertes vientos salinos, humedad y un clima frecuentemente nublado, Colares es un lugar inhóspito para la viticultura. No obstante, esto no detuvo a los hermanos Pedro y Nuno Ramilo, quienes en 2013, motivados por su padre, decidieron retomar la tradición familiar de cuatro generaciones. Sin embargo, impusieron una condición: a partir de ese momento, no serían solo otro productor de vinos; aspiraban a crear algo único. Para ello, se dedicaron a rehabilitar las fincas familiares, cuidando las viñas antiguas y plantando nuevas, siempre guiados por los saberes del pasado.

Hoy en día, Nuno Ramilo, el hermano menor, junto al enólogo Jorge Mata, cultiva 7 hectáreas de viñedos en suelos arcillo-calcáreos y 3 hectáreas en los suelos arenosos de Colares, una de las denominaciones más antiguas de Portugal.

El viñedo en suelo arcillo-calcáreo se encuentra a unos 7 km del mar, donde se enfocan en recuperar el patrimonio genético que la región ha perdido en las últimas décadas. Para ello, han invertido en la plantación de variedades autóctonas de la región: cinco blancas (Vital, Arinto, Malvasia de Colares, Boal Ratinho y Galego Dourado) y cuatro tintas (Castelão, Ramisco, Molar y Parreira Matias). Algunas de estas variedades, casi extintas, se encuentran en proceso de multiplicación vegetativa.

En Colares, sobre el suelo arenoso, cultivan exclusivamente dos variedades: Ramisco (tinta) y Malvasia de Colares (blanca). Aquí, las viñas, plantadas a menos de 1 km del mar y protegidas por un pinar, crecen en pie franco, con una conducción rastrera que permite que las uvas maduren mediante la radiación reflejada por la arena, factores que, según ellos, definen la singularidad de la región.

Como productores de uvas y vino, siguen una filosofía que prioriza las intervenciones físicas sobre las químicas, confiando en que la naturaleza es la mayor responsable de definir el carácter de las uvas y del vino en bodega. En la bodega, las fermentaciones de todos los vinos inician de forma espontánea en lagares, en un entorno oxidativo, y terminan en tanques de acero inoxidable o barricas. Solo añaden sulfitos tras la fermentación maloláctica y únicamente si el vino lo requiere, supervisando cada fermentación de cerca.

Misión de Ramilo Wines

El objetivo es valorar y dinamizar una de las regiones vitícolas con mayor potencial de Portugal. Buscan que la recuperación de viñas y variedades antiguas, casi perdidas, tenga no solo un valor histórico y emocional, sino también económico, de modo que las futuras generaciones puedan continuar esta forma de entender el mundo del vino, que consideran la más sostenible.

Evento imperdible para profesionales de la hosteleria, distribuidores e importadoras interesadas en el sector del vino natural

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*En la feria Vella Terra se verifican los vinos de las bodegas participantes mediante análisis para asegurar que cumplan con nuestros estándares y ofrezcan autenticidad y transparencia en el evento para el visitante consumidor final. Nuestras bodegas elaboran vinos utilizando levaduras naturales propias, sin filtrar ni clarificar, sin aditivos enológicos y con sulfitos naturales generados durante la fermentación. En caso de añadir sulfitos, el máximo permitido es de 30 mg/l, cumpliendo así con los estándares de la feria. Más info aquí.

Nota: Mientras que los vinos convencionales pueden contener un máximo total de “sulfitos” (SO2) de 200 mg/l, aquellos con certificación ecológica están limitados a 150 mg/l según el Reglamento de Ejecución (UE) núm. 203/2012. Además, los vinos ecológicos pueden incluir otros aditivos (hasta 120 permitidos) y el uso de levaduras comerciales.