Bodega familiar situada en Benissa, en la Marina Alta, al norte de Alicante, que cultiva su propia viña para elaborar vinos. La filosofía de Joan de la Casa, es romper con la viticultura “moderna o industrializada” cuyo objetivo es la máxima producción de uva y donde se utilizan tratamientos con fitosanitarios sistemáticos.

Su principal premisa implica un cuidado de la tierra y los viñedos dirigida a crear un ecosistema donde las viñas tengan su propio equilibrio, su propio vigor y sus propias defensas, sin necesidad de ningún tratamiento, o en todo caso, los mínimos y autorizados por la agricultura ecológica. Máximo respeto al viñedo y al territorio, entendiendo este como un ecosistema en el que buscan su autorregulación mediante la mínima intervención, la diversidad de cultivos, fauna y flora.

Siempre se parte de un trabajo minucioso que empieza en el propio campo, con un cuidado especial a las viñas para obtener los mejores frutos, controlando la maduración de cada variedad para decidir el momento óptimo de recolección y con una vendimia manual, en cajas de 12 kilos para evitar su oxidación.

En la elaboración se mantiene la misma filosofía: de una uva de máxima calidad no cabe la necesidad de introducir ningún aditivo en el proceso de elaboración (levadura, proteínas, enzimas, bacterias…), así pues, la fermentación se realiza por las levaduras autóctonas, sin adición de levaduras seleccionadas comerciales, nutrientes, ni correcciones; ajustándose a la filosofía de vinos naturales y consiguiendo de este modo obtener la máxima expresión del terruño y de las variedades autóctonas en el vino elaborado.

Trabajan con las variedades autóctonas de Moscatel (vinos blancos) y Giró (vinos tintos) y lo hacen buscando su máxima expresión: son vinos macerados con sus propias pieles, fermentación espontánea con sus propias levaduras y sin adición de aditivos. Tanto en el caso de los vinos blancos como los tintos.