Alberto Anguissola es un apasionado viticultor que desafía constantemente los límites del Pinot Noir en un enclave privilegiado del suroeste de Piacenza, con vistas a los majestuosos Apeninos italianos. En 2000, Alberto comenzó a elaborar vino como agricultor a tiempo parcial en una bodega vecina. Sin embargo, en 2012 decidió abandonar para dedicarse a crear sus propios vinos naturales.

Casè, la bodega fundada en 1998 en las colinas de Val Trebbia, refleja este sueño hecho realidad. Los primeros viñedos se plantaron tras un meticuloso análisis de las condiciones del suelo y el clima, revelando un enorme potencial, especialmente para el cultivo de Pinot Noir. En 1998 se plantaron 3.200 m² de viñedos, seguidos de otros 7.500 m² en 2000. Hoy, Casè se ha consolidado como una bodega en crecimiento que produce vinos únicos y auténticos, alejados del “sabor internacional”. Cada añada refleja las características específicas de su región y clima, ofreciendo una experiencia irrepetible.

La producción está a cargo de Alberto Anguissola quien suma más de 20 años de experiencia en la elaboración de vinos. Todo el trabajo en los viñedos se realiza de manera tradicional, sin fertilizantes ni herbicidas químicos. La vendimia es manual, seleccionando cuidadosamente las mejores uvas. Los vinos blancos se maceran con los hollejos, recuperando métodos tradicionales, y la fermentación se lleva a cabo únicamente con levaduras silvestres.

Casè evita cualquier intervención química o física, permitiendo que el vino madure de forma natural hasta su embotellado. En la mayoría de los casos, no se añaden sulfitos, y cuando se hace, es en cantidades mínimas, situándose entre los vinos naturales con menor contenido de sulfitos en el mercado. Además, los vinos no se filtran, por lo que pueden contener sedimentos, reflejo de su autenticidad y respeto por el proceso natural.

Misión de Alberto Anguissola en Casè 

La misión de Alberto Anguissola en Casè es crear vinos que expresen con autenticidad la esencia del terruño, respetando profundamente la naturaleza y los procesos tradicionales de vinificación. Su objetivo es desafiar los estándares del “sabor internacional” para elaborar vinos únicos, que varíen de un año a otro según las características del clima y la tierra. A través de prácticas sostenibles, métodos artesanales y un compromiso absoluto con la calidad, busca ofrecer experiencias genuinas y memorables que conecten a las personas con la singularidad de Val Trebbia y su pasión por el Pinot Noir.