Nissaga Merinero
Sant Martí Sarroca / Barcelona / Catalunya / España.
Nissaga Merinero es una bodega familiar fundada por dos hermanos en una histórica masía con más de 250 años de antigüedad, donde desde antaño se elaboraba vino. Este proyecto nace con el propósito de recuperar y preservar la esencia de la masía tradicional catalana, rindiendo homenaje a su legado. Situada en Sant Martí Sarroca, en la comarca del Alt Penedès, epicentro de la producción de vinos y espumosos, la finca se erige como un símbolo de la sencillez y la autenticidad de los métodos tradicionales.
En el año 2000, la elaboración de vinos en la finca cesó debido a la presión de las grandes bodegas, que priorizaron la compra masiva de uva, empujando a los agricultores a abandonar la vinificación para dedicarse al cultivo de vid. Diecinueve años después, Nissaga Merinero retoma esta tradición, apostando por una vinificación natural, sencilla y fiel a sus raíces. Con una pequeña bodega de 100 metros cuadrados, el proyecto se enfoca en la calidad del producto y presenta vinos pensados para compartir en familia, siempre con un fuerte arraigo a la tradición.
Las viñas de Nissaga Merinero tienen más de veinticinco años, algunas alcanzando los sesenta, lo que les confiere un carácter único. Cultivan variedades como xarel·lo, macabeo y parellada en blancos, y merlot y garnacha en tintos, en suelos arcillo-calcáreos que resaltan la personalidad de las uvas. La agricultura se lleva a cabo bajo los principios de la certificación ecológica, con intervenciones mínimas para respetar la biodiversidad y promover un ecosistema saludable. Se mantiene una cobertura vegetal natural que fomenta la vida en el viñedo y protege contra plagas, asegurando la calidad sobre la cantidad.
La vendimia, realizada manualmente, refleja la dedicación de Nissaga Merinero. Las viñas rodean la bodega, lo que permite una rápida recepción de las uvas, conservando su calidad. Después de la cosecha, las uvas se procesan inmediatamente, iniciando una fermentación espontánea con levaduras autóctonas y sin control de temperatura.
Las maceraciones varían según el año y el fruto, siendo siempre un proceso único guiado por la naturaleza. Tras la maceración, el mosto se trasiega varias veces a depósitos de acero inoxidable para eliminar las lías gruesas, y el vino reposa sin más intervenciones hasta su embotellado. Con una producción limitada, Nissaga Merinero controla cuidadosamente cada etapa del proceso, resultando en vinos de mínima intervención que transportan al consumidor a las mesas de las masías catalanas de antaño. Cada botella refleja la tradición, el respeto por la naturaleza y el legado familiar que define la esencia de Nissaga Merinero.
Misión de Amos en Nissaga Merinero
La misión de Amos en Nissaga Merinero es revivir y preservar la tradición vinícola familiar, devolviendo a la masía su esencia como productora de vinos auténticos y naturales. A través de su compromiso con la agricultura ecológica y la mínima intervención en el proceso de vinificación, Amos busca elaborar vinos que respeten la naturaleza y reflejen el carácter único del terruño. Su propósito es crear un producto honesto que conecte a las personas con la historia y la cultura catalana, promoviendo una experiencia que valore la calidad por encima de la cantidad y la autenticidad por encima del marketing.
Evento imperdible para profesionales de la hostelería, distribuidores e importadoras interesadas en el sector del vino natural
Sumérgete en una experiencia única en esta exposición con más de 500 vinos naturales y biodinámicos de 80 bodegas de las regiones vinícolas más icónicas de 13 países. Cada botella está verificada y cuidadosamente seleccionada para garantizar autenticidad y calidad. Un “must-attend” para sommeliers, amantes del vino natural y profesionales del sector, donde podrás catar lo mejor de cada bodega, conectar con los viticultores y explorar, de forma independiente, el fascinante mundo del vino natural.
*En la feria Vella Terra se verifican los vinos de las bodegas participantes mediante análisis para asegurar que cumplan con nuestros estándares y ofrezcan autenticidad y transparencia en el evento para el visitante consumidor final. Nuestras bodegas elaboran vinos utilizando levaduras naturales propias, sin filtrar ni clarificar, sin aditivos enológicos y con sulfitos naturales generados durante la fermentación. En caso de añadir sulfitos, el máximo permitido es de 30 mg/l, cumpliendo así con los estándares de la feria. Más info aquí.
Nota: Mientras que los vinos convencionales pueden contener un máximo total de “sulfitos” (SO2) de 200 mg/l, aquellos con certificación ecológica están limitados a 150 mg/l según el Reglamento de Ejecución (UE) núm. 203/2012. Además, los vinos ecológicos pueden incluir otros aditivos (hasta 120 permitidos) y el uso de levaduras comerciales.