Jonathan Nossiter: afirma que “La agricultura natural es una expresión cultural, es rebelión y es vida”. El cineasta más involucrado con la agricultura natural en los últimos años, esta trabajando en su ultimo film “The Last Words” que se filmara en 5 partes diferentes entre Europa y Asia. Así mismo no voy a hablar de este film, sino de su proyecto más natural, en el que estoy feliz de haber podido colaborar: El Vivero Volcánico La Lupa, creado por Jonathan Nossiter y Massimiliano Petrini.
A principios de mes, viaje a conocer este proyecto único en las colinas que dominan el lago de Bolsena, en el límite entre el Alto Lazio, Umbría y Toscana, en el corazón de la civilización etrusca, destacada (no solo por su capacidad militar) entre los pueblos antiguos, sino también por su afinidad con la agricultura, la artesanía, el arte y la riqueza de sus intercambios con todos los pueblos del Mediterráneo.
Este proyecto es tan maravilloso como simple: Jonathan Nossiter, escritor, agricultor y cineasta, reconocido mundialmente por dirigir “Mondovino” (2004) y “Resistencia Natural” (2014) y Massimiliano Petrini, profesor y agricultor en permacultura, artesano y pescador de Bolsena, buscan recuperar y dar vida a los vegetales y frutos ancestrales ecológicos de diversos orígenes, que los agricultores insurrectos han traído en los últimos años al vino natural y a los granos antiguos.
Jonathan Nossiter: Nació en los EEUU en 1961 y creció en París, estudió artes plásticas antes de dedicarse al teatro y al cine. Gusto y poder (2009) fue su primer libro, escrito a partir del rodaje de su documental Mondovino (2004). Es sommelier en Nueva York, Paris e Rio de Janeiro, pero su amor por la tierra y el resurgimiento de la agricultura natural lo llevo a instalarse en Bolsena este mismo año y a crear este proyecto.
Entre otros rodó Resident Alien en (1991), Sunday (1997), Señales y Maravillas (2000), Resistenza Naturale (2014) y en 2008 produjo el documental de Paula Prandini, “Il Vino Inmigrante” sobre la problemática del vino natural en Brasil.
Siempre implicado en causas a favor de la agricultura libre de químicos, Jonathan es un defensor del vino natural, sin llegar a la radicalidad, opina que la agricultura natural y biodinámica es la única esperanza de revertir el desastre que se creo en el último siglo.
Sostiene que cuando el agricultor que aprende a trabajar sin la dependencia de la industria agroquímica traspasa ese conocimiento, hace cultura.
El Jardín Volcánico La Lupa, se extiende en tierras jamás tocadas por la química, a orillas del Lago de Bolsena, donde Jonathan encontró un terreno abandonado durante 30 años y que anteriormente se cultivó de forma natural.
Podemos decir entonces que este es un terreno fértil y limpio de productos de síntesis, donde se reunirá la riqueza de la historia de la horticultura del centro italiano y al mismo tiempo la oportunidad de hacer un viaje a través de otras regiones y otros países a través de la diversidad de sus vegetales ancentrales.
En un invernadero instalado muy cerca de la masia fuimos invitados para poner nuestro grano de arena plantando semillas que buscadas, por agricultores ecológicos/biodinámicos y por viticultores del vino natural de todo el mundo. En un campo abierto con vistas al lago plantamos arboles hortícolas provenientes de semillas antiguas; semillas vivas, no manipuladas por la industria agroquímica.
Así, entre amigos, comenzamos este año de cultivos: entre ellos pioneros de la agricultura natural en Italia.
Stefano Belloti de Cascina degli Ulivi, fundador y presidente de Renassaince des Appelations Italia, Giovanna Tiezzi y Stefano Borsa de Pacina -conocidos mundialmente por su agricultura natural y sus vinos biodinámicos y naturales-, Enzio Cerruti, maestro del moscato libre en Piemonte, Juan Pelizzotti viticultor biodinámico argentino y más personas que colaboraron antes y después de mi llegada.
Todos aportamos semillas: en mi caso tuve el honor de traer conmigo especies antiguas catalanas cedidas por Joan Salicrú Giralt, reputado agricultor biodinámico Catalán que al escuchar de este proyecto no dudo en donarme sus mejores semillas.
Entre estas semillas libre de química, puras y biodinamicas se encontraban: Judia baja, Judia eurame alta, Haba país, Haba reina mora, Guisantes tirabeques y una especia de Maíz antiguo que Joan creo para consumo humano y animal. Todas estas semillas ecológicas
Existen excelentes redes de intercambio y bancos de semillas alrededor del mundo, dedicadas a salvaguardar la biodiversidad hortícola, pero en cambio, hay muy pocas realidades de cultivo de semillas antiguas que también se ocupen de su transformación en viveros de plantas hortícolas.
En el vivero La Lupa habrá una doble cultura. Por un lado, un museo vivo: una implementación de la memoria histórica de la horticultura italiana y de otros países y por otro, una entidad agrícola que ofrecerá a todos la oportunidad de poblar los campos de plantas provenientes de semillas que no fueron tocadas por la industria agroquímica.
De hecho, incluso en la gran mayoría de los viveros de vegetales orgánicos, las plantas “eco” provienen de semillas híbridas o genéticamente manipuladas. ¿Para qué sirve la agricultura orgánica si el origen ya es antinatural?
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La Lupa tratará de seguir en el espíritu de la obra de Jean-François Berthellot, que crece en el suroeste de Francia donde se encuentra el museo vivo de grano – un campo experimental en el que crecen cada año 300 variedades de granos antiguos recuperados durante 40 años de investigación. Por ejemplo, en La Lupa, la clasificación no se hará por variedad de especie sino por la región de donde esta pertenece. De esta manera las relaciones entre las hortalizas y las variedades autóctonas se considerará en un contexto principalmente regional, en el que las regiones no son las divisiones administrativas, sino las diversidades culturales y agrícolas.
Fueron 3 días intensos, una experiencia extraordinaria la de compartir unos días con amigos y gente que se movilizo de diferentes partes del mundo para plantar un bosque único y compartir un mismo sentimiento, lo que ocurrió de mientras paso a través de vinos sanos, compartidos en una mesa plena, sonrisas, historias, experiencia de vida, espontaneidad e insurrección.
Dada la ambigüedad científica de lo que puede llamarse “semilla ancestral”, “antigua” o “auténtica” se hicieron carteles para reconocer el trabajo de todos los agricultores, personas, institutos o universidades que proporcionaron o actuaron como conducto para transmitir estas semillas ancestrales, que fueron colocadas en el lugar de plantación, en el vivero y con carteles al lado de cada sección de variedad de cada planta.
En palabras de Jonathan:
“La agricultura natural es una expresión cultural ancestral, estas semillas contarán historias humanas: altamente personales y subjetivas, cada planta traerá la historia de estas personas, una autenticidad elástica y democrática. Porque el aspecto de la transmisión entre las personas es parte de la belleza del patrimonio cultural de cada vegetal”
El sábado 28 de abril tendrá lugar la inauguración del Vivero Vulcanico La Lupa donde se podrán adquirir los primeros brotes y plantas. Se dará una fiesta con los vinos de Ajolá y los mejores quesos del Secondo Alto Piano.