La naturaleza siempre nos brinda un magnifico espectáculo, poesía al compás de la naturaleza. Inicio de la primavera, y hoy trataremos de explicar el hermoso fenómeno del lloro de una viña en libertad, últimos días de marzo y primeros de abril, da paso a un periodo de constante ebullición que inicia un nuevo ciclo en la vid.
Ciclo del lloro y tambien del comienzo de la vida en los campos.
Las cepas que permanecían en estado de latencia, comienzan a despertar de su letargo invernal. En estos meses, con la subida de las temperaturas a más de 10º C en el ambiente y en el terreno ocurre una reacción en las raíces que hace que estas empiecen a bombear la savia y se reactive toda la planta. Esa sangre que corre por los vasos de la vid, empieza a circular, escapando por los cortes podados y formando gotas que dan a los agricultores un signo inicial de que en breve comenzara un nuevo ciclo.
Foto cedida por Garage Wines
En el transcurso de unos días, las cepas, empiezan a gotear un líquido transparente similar a las lagrimas humanas, este fenómeno dará paso a la brotación, que se iniciara a los últimos días de marzo y los primeros de abril. El inicio de lo que denominamos el lloro de la cepa queda supeditado a cómo sea el calor de finales de invierno y principios de primavera. Según la composición del suelo, de su contenido en humedad, de si es arcilloso o de su porosidad, por ejemplo, cada suelo mantiene una temperatura, que puede variar bastante.
Existen suelos más fríos y otros más calientes y cada uno de ellos actual diferente. Lo único que damos por seguro es que cuando aumenta la temperatura exterior, sube la temperatura en la tierra y la cepa despierta comenzando su reactivación.
Foto cedida por Garage Wines
En ocasiones si las lluvias han sido intensas en suelos rocosos, por ejemplo, la poca retención del agua hace que las piedras se calientan con más facilidad reactivando la planta rápidamente, por el contrario en suelos en suelos arcillosos, el agua se conserva en el terreno que tarda más en calentarse y retrasa el proceso de reactivación.
Brotes de vida en campos sanos
Comienza la rotura del entrelazado de fibras que recubren el brote de las yemas, con lo cual estas pequeñas yemas se van hinchando, esbozando la belleza que poco tiempo después desplegará ante los ojos del viticultor como brote, Estas poco a poco recibirán nutrientes, hormonas y fuerza de la misma planta, para iniciar su crecimiento y su brotación.
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Foto Vella Terra
El vitivinicultor, en marzo, reinicia las labores del campo, en el caso de productores naturales o biodinamicos existen diversas formas de labrado y reavivacion del terreno que minimizan la intervención. Siendo “la poda” una de las pocas intervenciónes…casi la única que estos viñerones practican.
La naturaleza marca el paso.
Aumentan las temperaturas pero tambien llueve, provocando que la cepa se reactive y crezcan esas hierbas que tanto nos gusta ver en los campos de nuestros artesanos.
Días en los que se superan los 20º y noches que se mantienen entre los 10º dan paso a un nuevo paisaje en la viña, permitiendo el crecimiento de todo tipo de hierbas y vegetales, que nuestros viticultores respetuosos, aprovechan para hacer preparados o disponerlas entre los cultivos para favorecer los cultivos.
Foto Vella Terra
Para respetar la biodiversidad el uso de herbicidas o plaguicidas no es una practica en los viñedos naturales, por esta razón se pueden ver florecillas rojas, blancas y amarillas, lavandas y otras denominadas adventicias. Es la naturaleza y la vida que despierta en libertad.
