Entrevista a Carmen López Delgado, viticultora y alma de Uva de Vida
En pleno auge de la agricultura biodinámica y de los vinos producidos según esta filosofía, un mundo donde, como sucede en otros ámbitos, el negocio en ocasiones acaba desvirtuando la realidad, quisimos hablar con Carmen López Delgado, viticultora y alma de Uva de Vida; ella, junto a su marido Luis Ruiz y un equipo humano excepcional, integrado por sus 4 hijos: Andrea, Mario, Elena y Luis; y Angel Amurrio que ya es parte de esta familia ayudándoles desde el 2012, llevan esta bodega natural y biodinámica ubicada en Santa Olalla, Toledo.
Pionera en su región en la implantación de esta técnica, su deseo de encontrar vinos con máxima pureza sin añadidos químicos, le llevo a plantar una viña de 9 hectáreas que, desde 2012, trabaja con procesos 100% naturales y biodinámicos, tanto en campo como en bodega.
Carmen vino a visitarnos a la feria Vella Terra, acompañada de toda su familia, para hacernos catar sus vinos y hoy nos ayudará a entender mejor cómo se vive la verdadera agricultura biodinámica; qué es y por qué, además de un método agrario, es una filosofía de vida.
Su lema: sin sulfitos, sin filtrar, sin clarificar, sólo uva fermentada
Su opinión sobre los sulfitos en el vino o en cualquier alimento: “son conservantes perjudiciales para la salud de las personas, resultan tóxicos y, para el vino, son una bomba atómica”.
Intuitiva y sabia, cuenta una historia de renovación personal a través de sus viñas y sus vinos. Uva de Vida, además es uno de los pocos miembros españoles de la prestigiosa asociación biodinámica “La Renaissance des Appellations”, presidida por Nicolas Joly, y en la que solo 175 viticultores de todo el mundo son miembros.
Uva de Vida: cuando la agricultura biodinámica se siente en el alma
¿Por qué escogisteis trabajar en biodinámica y cuándo tomasteis esa decisión?
Pensamos que la biodinámica es el medio para conseguir en la viña un ecosistema autorregulado, independiente y libre de toda química. La biodinámica es un camino de conocimiento. Conocer nuestro cultivo, el suelo, el clima…conocerse a uno mismo. Ello implica una especial conexión entre la persona y la viña. Tomamos esta decisión cuando la enfermedad nos empujó a buscar todo lo relacionado con lo vivo y la vida, buscando recuperar la salud.
¿Cómo funciona vuestra bodega biodinámica?
En nuestra bodega respetamos todos los procesos naturales del mosto hasta que se convierte en vino. Somos meros espectadores, acompañamos y observamos. Tenemos en cuenta el calendario lunar para planificar trasiegos, embotellados, etc. Cuidamos al máximo la limpieza, las vibraciones, la armonía, la simbología… que son herramientas importantes para nosotros.
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¿Utilizáis algún preparado de la agricultura biodinámica más que otros? ¿Por qué?
En biodinámica no hay recetas. La biodinámica es un impulso, una comprensión, una inspiración. Conlleva un resultado, pero el resultado no es el fin. Cada año, interpretamos lo que creemos que necesita la viña para no distorsionar su relación con el entorno y dejar que la naturaleza se exprese con total libertad. Los preparados biodinámicos activan los procesos de la vida. La base de la biodinámica es dinamizar la vida del suelo, pero lo más importante es la intención de la persona, la huella, la impronta. Hasta los pensamientos de las personas son capaces de generar fuerzas vivas.
¿Qué resultados se ven en el día a día en los viñedos?
Más vida, más flora y fauna. La tierra te devuelve aquello que le das.
¿Se refleja la agricultura biodinámica en el vino?
Absolutamente. Son vinos vivos, capaces de influir en nuestros pensamientos, en nuestros sentimientos y en nuestras actuaciones. Nos ayudan a sentirnos libres y coherentes. Son vinos que mejoran cuando llevan tiempo abiertos, son vinos que llegan al corazón, que tienen su propia música.
¿Trabajáis con hierbas en el suelo de la viña o en las cepas?
Trabajamos también con plantas medicinales (milenrama, ortiga, manzanilla) en forma de infusiones que aplicamos a las hojas reforzando así el sistema inmunológico de las plantas, su resistencia natural. El vino es capaz de transmitir la bondad o la pobreza de espíritu de quien cuida la viña. Acompañamos y colaboramos en que el proceso natural de la vida siga su curso.
Uva de Vida cultiva uva graciano, una variedad poco común en Castilla La Mancha, consiguiendo vinos estructurados, florales, elegantes y frescos. Ellos son: Latitud 40 Joven y Latitud Roble Francés. También elaboran el zumo de uva: Uva de Vida, avalados todos con el sello Demeter y el de Agricultura Ecológica.
Siempre bienvenidos en importantes y multitudinarias ferias de vinos naturales de Europa y de USA, sus vinos están posicionados en los mejores restaurantes y Bar -a Vins del sector. Con una humildad y calidad personal honorable, fue un gusto conocer a Carmen y tenerla en Vella Terra esta pasada edición.
Carmen es una mujer luchadora y tenaz, sin lugar a dudas un gran ejemplo de superación; con este proyecto, ella y su familia integran la salud y la verdad, el respeto a los tiempos y a las leyes de la naturaleza, al calendario lunar y a la vida, apostando por los vinos libres y por un mundo mejor.